El pasado jueves 31 de enero de 2013 se registró la peor explosión en los últimos 30 años en el Distrito Federal, sucedió a las 15:55 horas en el edificio B2 de PEMEX el cual forma parte de un complejo de edificios de esta empresa paraestatal.
Como cualquier otro suceso, todo al principio era confusión, ya que en la cuenta oficial de PEMEX en Twitter se leyó: “Como medida de prevención, estamos desalojando la torre PEMEX en el DF por una falla en el suministro de energía eléctrica”. Después de este mensaje se pudo leer otro que decía: “Lo que ocurrió fue una explosión en el edificio B2 del centro administrativo. Hay lesionados. Hubo daños en la PB”.
Aproximadamente después de 40 minutos de la explosión se pudieron obtener las primeras imágenes del edificio, en el que se le puede observar muy dañado desde el Sótano hasta el 3er piso. Hasta este momento no se ha podido tener una versión oficial de cómo ocurrió la explosión o qué la causó, esto a pesar de que desde ese mismo día asistieron peritos para realizar las primeras revisiones del lugar. Ni autoridades federales ni del Gobierno del DF han dado información de los primeros peritajes, solo mencionan que: “No podemos dar declaraciones al respecto porque no podemos estar especulando, hay que esperar a que sigan avanzando las investigaciones”.
Es aquí donde empezaron a surgir diversas especulaciones acerca de cómo se pudo haber dado la explosión, la primera, y que se dijo en las televisoras, es que se sobrecalentó el sistema de aire acondicionado (esto suena un poco descabellado, puesto que el radio de la explosión fue demasiado grande), otras versiones apuntan a que pudieron estallar las calderas que se encuentran en el sótano, pero en la red circulan entrevistas a personas que laboran en estas instalaciones y que aseguran que en dicho sótano no hay tales calderas. Versiones más extremistas señalan que se pudo haber tratado de un atentado, por el grado de daño causado por la explosión y porque en todo el lugar no hay señales de quemaduras causadas por contacto con el fuego. Creo que se debe esperar a ver el parte oficial de las autoridades y a partir de eso y de la explicación que se proporcione sobre cómo se originó la explosión (que espero que sea una explicación razonable) sacar conclusiones. Respecto a lo anterior el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, declaró: “El gobierno de México está dispuesto a encontrar la verdad. Sea un accidente, imprudencia o atentado”. Esperemos que dicha verdad sea presentada con pruebas veraces y contundentes, y que no sea como siempre pasa en este país en el que la mayoría de los casos se queda sin resolver.
Lo que sí es un hecho lamentable son los muertos a consecuencia de esta explosión, los cuales ascienden, hasta el día 4 de febrero, a 36.
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